¿Qué le sucede a la mente y al cuerpo cuando bailamos danza clásica?
Los peligros del ballet en la actualidad
A diferencia de otros tipos de danza dónde el eje de todo es solo el placer por bailar, la danza clásica presenta elementos muy atrayentes y otros propensos al rechazo.
Dentro del mundo del ballet profesional existe un submundo complicado y difícil de llevar tanto en sus ensayos como en las funciones en escena.
Las peleas, celos profesionales y la lucha cotidiana por conseguir roles generan un clima hostil que termina condicionando la convivencia diaria entre artistas.
Otro factor es el impacto corporal que reciben las mujeres en la anatomía de su cuerpo. Pies de bailarinas de ballet lastimados , caderas con dificultades y tobillos doloridos abundan en ámbitos de nivel superior en la danza clásica.
Algunas niñas se ven afectadas por la actividad a temprana edad y las escuelas de danza son muy importantes para corregir estos problemas.
La adquisición de la técnica y las posiciones del ballet debe ser orientada con paciencia y cariño. Acelerar procesos de manera anti natural no es positivo.
Esto puede influirle en cuestiones hormonales generando incluso la interrupción de procesos de desarrollo. Es por este motivo que muchas bailarinas no desarrollan su busto.
Consecuencias de la danza clásica profesional
Un capítulo aparte es el vínculo con la dirección del ballet. Si eres afortunado vas a construir un buen lazo con él o la directora. Puede suceder que esto no sea así y tengas que trabajar para corregir este punto.
A esto se le sumamos el hecho de audicionar diariamente dentro de la compañía cuando se presenta un coreógrafo para montar una obra y la búsqueda de renovación del contrato laboral. Contrato que en la mayoría de las compañías es anual y depende de tu performance a lo largo del año.
Desgaste corporal
Otros factores incluyen los efectos del ballet en el cuerpo sumado al desgaste corporal y psíquico con sus implicancias cotidianas.
La alimentación y la dieta de la bailarina de ballet suele verse afectada por irregularidades alimenticias.
Muchas veces la persona que va a evaluar tu labor en escena no sabe cuál es el trasfondo en el rendimiento de tu función. El público no quiere saber si estas o no lesionada o si sencillamente estas triste.
El problema radica en que tanto las lesiones por desgaste o accidentes como los bajones anímicos son cotidianos en la vida de todo trabajador.
La diferencia está en que en el ballet se exige que no sean visibles ninguno de estos dos aspectos.
Debes afilar la sonrisa si estas triste y continuar bailando si sientes dolor en el cuerpo.
¡No todo es terrible!
Aún con todas estas adversidades el ballet es una gran oportunidad para vivir experiencias soñadas.
A decir verdad, las ventajas del ballet son muchas y la importancia que le asignes a esta bella actividad en tu vida marcara la diferencia.
Recuerda que cualquier profesión tiene su Talón de Aquiles.
Es muy importante acompañar la profesión con los accesorios adecuados. Una bailarina desalineada está ofreciendo ventajas a sus competidoras en una audición.
Lo mismo ocurre con tus elementos de trabajo. Es necesario contar con esas pequeñas ventajas a tu favor para conseguir resultados óptimos.
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Las lesiones más frecuentes
¿Por qué surgen las lesiones en la danza?
¿Cómo prevenirlas?
Al ser una disciplina de alto rendimiento que repite esquemas y ejercicios diariamente el nivel de riesgo es mayor y podemos encontrar lesiones propias de la actividad.
Muchas mujeres dispuestas a tener cuerpo de bailarina exponen su salud y se arriesgan a sufrir lesiones.
Algunas de las consecuencias de bailar mucho son:
Contracturas musculares
Las contracturas en las bailarinas son moneda corriente. Casi semanalmente aparecen y tienen muchos grados. No llegan a considerarse una lesión grave pero depende mucho de la tensión y la zona en donde este para medir la gravedad.
Por ejemplo: Al contracturarse una pantorrilla o el músculo soleo el riego es mayor porque las bailarinas utilizan esas regiones musculares diariamente al hacer releve, pararse en las puntas, saltar y girar.
Desgarros musculares
El paso siguiente luego de no atender una contractura fuerte es el desgarro. Implica la rotura de fibras musculares y una gran dosis de dolor agudo. El tiempo de recuperación depende del músculo afectado y varia de 20 a 45 días.
El cuerpo mediante el reposo sana todo tipo de desgarros y la rehabilitación es la clave para retornar a la actividad sin riesgo.
Luego de cicatrizar la herida suele armarse una cicatriz que se endurece. El riesgo radica en que este tejido al ser duro no tiene movilidad y genera riesgo de desgarro en la circunferencia del mismo. Mediante trabajos de kinesiología podemos ablandar la zona para volver a bailar
Esguinces de tobillo y rodilla
El ballet es una disciplina que incluye saltar y girar diariamente. Los saltos se amortiguan por la inclusión del plié al finalizar el paso. Los giros se trabajan a base de equilibrio y la fuerza muscular que sostiene el cuerpo.
Aunque buscamos suavizar el impacto en las rodillas y tobillos la reiteración cotidiana genera un desgaste y agotamiento inevitable.
Al agotarse la musculatura que nos sostiene es lógico que sucedan los accidentes.
En el ballet los esguinces más comunes son los de rodilla y tobillo. Ambos demandan un reposo de alrededor de 20 días (aproximadamente y dependiendo del caso) y generan unos días de inestabilidad al volver a bailar.
Dependiendo del esguince se puede usar yeso (aunque no lo recomendamos) o botas ortopédicas para inmovilizar la zona.
Rotura de meniscos
Considerada como una de las lesiones graves del ambiente. Le suele ocurrir a bailarinas adultas que ya tienen unos años encima de la profesión. Normalmente la intervención quirúrgica permite la vuelta a la actividad con normalidad y las secuelas que quedan son molestias o pequeños dolores.
Los meniscos suelen romperse por accidentes o desgaste a lo largo del tiempo producto de la constante flexión de rodillas.
Rotura de ligamentos
Esta es quizás la lesión más incómoda y dolorosa dentro de la danza y el mundo del deporte.
Al romperse algún ligamento tanto del tobillo como de la rodilla la sensación es de soltura total en las articulaciones. Sentimos que se desarma la zona y el dolor es muy agudo.
Normalmente y dependiendo del tendón se estipula una recuperación de alrededor de 6 meses y en muchas ocasiones con presencia quirúrgica.
Fracturas
Es raro que aparezcan fracturas en la danza clásica. Pero la presencia de accidentes es inevitable.
Estas fracturas suelen verse en los dedos de pies y manos. También y de manera rara pueden verse en nariz o tobillos. Recuerda que todo el cuerpo está expuesto a golpearse mientras bailamos.
Normalmente llevan meses de rehabilitación hasta lograr la unión de manera natural del hueso (falanges).
La vuelta a la danza suele ser paulatina y muy lenta por que se pierde rango de movilidad luego de una fractura.
La mejor manera de prevenir lesiones es aprender a escuchar las señales que tu cuerpo te brinda, comer saludablemente y dormir lo necesario.
Es posible volver a la actividad después de cualquiera de estas lesiones.
¡No te preocupes!
Las consecuencias del ballet en la mente
En cualquier compañía el perfil psicológico que tienen sus intérpretes es bastante similar y se puede identificar con claridad la tendencia obsesiva de las bailarinas de ballet.
El ballet plantea un desafío importante para las bailarinas.
Practicar constantemente y repetir los pasos genera muchas veces obsesiones dolorosas en las adultas y niñas de la danza clásica.
Una de las referencias más populares sobre este tema se ve en la película “el cisne negro” interpretada por Natalie Portman. La película plantea con precisión el impacto que tiene en su interior la obsesión de transformarse en prima bailarina de su compañía. Al final lo logra pero siente estar destruida por dentro y el resultado termina siendo doloroso y al mismo tiempo insatisfactorio.
Lo cierto es que la danza clásica promueve un ámbito de competencia diaria entre compañeros pero la mayor obsesión se articula con nuestro propio cuerpo.
El maleficio de la obsesión por la imagen
Uno de los mayores problemas de las bailarinas de ballet.
Imagínate que intentas mejorar, ablandar y fortalecer tu cuerpo mirándote en un espejo todos los días.
Difícil no obsesionarse.
El problema con las obsesiones físicas radica en el desgaste y las lesiones que se producen por tener una idea distorsionada de nuestro cuerpo. Esto lleva a ejercitar de una manera exagerada e innecesaria las zonas que vemos feas.
Cuantas veces te afirmas que no tienes esta cualidad o te falta esta otra y alguien del entorno te dice que no es así.
Tus ideas distorsionan la imagen que tienes de ti.
Las obsesiones en la danza funcionan como una enfermedad silenciosa que castiga por medio de auto pensamientos hirientes. Es muy delgada la linea en que mantenemos una conducta trabajadora o nos obsesionamos. Las consecuencias del baile clásico nos obligan a indagar en nuestra conciencia.
Lo importante es entender cuando estas motivada por el deseo o la obligación.
Por definición la obsesión transforma el deseo en obligación. Esta es de las mayores desventajas del ballet
Por este motivo es difícil saber cuándo estamos de un lado u otro. Eso que empieza por placer se transforma en una tortura diaria.
Adictas al espejo
¿Cuál es la solución?
En bailarinasdeballet.top recomendamos que observes las frecuencias y la duración de tus ejercicios.
Si te observas inmediatamente en el espejo y te estas comparando diariamente con tus compañeras y colegas de trabajo algo anda mal. No sufras por la clásica problemática de la danza.
Entrenar por el deseo de conseguir mejoras para tu técnica de danza clásica no incluye la acción de compararte ni de observarte. Sencillamente es entrenar y mejorar para disfrutar de bailar. No busques gustarte por medio del espejo.
Para aceptarte corporalmente es necesario que renuncies al ideal estético del ballet y te dediques solo a bailar.
El ESPEJO ES INNECESARIO. Gustarte también lo es.
Para bailar solo necesitas moverte y disfrutar.
Déjale al público que decida el resto.
